Nic Pizzolatto conoce su trabajo, ya lo demostró en el segundo episodio de esta temporada, por citar un ejemplo, lo que nos hace preguntarnos por qué al inicio hemos tenido una entrega tan irregular.
Considerando lo que pasa después, es de suponer que la lentitud fue intencional. La acción llega cuando el equipo de Bezzerides sigue las pistas de la muerte de Caspere hasta una zona industrial, lugar donde se desencadena una sucesión de cosas horribles: una emboscada, una explosión, choques de carretera, inocentes y culpables arrastrados a la muerte.
La segunda temporada de True Detective tiene persecución, muertos inocentes, violencia sin sentido y fanatismo religioso. Tiene todo lo que puedes esperar de una película de acción. Aunque esta segunda temporada haya ido a paso lento, con el cuarto episodio hemos sido espectadores de un buen rodaje, han vuelto los planos inmejorables y la música que acompaña y fortalece las emociones de la trama, con un final que nos deja claro, por fin, el sello True Detective, el que eleva nuestra tensión y que promete mantenernos pegados a la pantalla cada semana.
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